Generalidades del sistema hormonal

2023-05-20 08:48

Generalidades del sistema hormonal

 

sistema hormonal y ejercicio físico, aquí vas a

conocer las generalidades del sistema endocrino, vas a conocer el efecto del

sistema hormonal sobre el control del metabolismo, sobre el control de líquidos y

sobre el control del crecimiento y reparación celular así que iniciemos.

 

El sistema hormonal se encarga de coordinar la comunicación entre los diferentes órganos, como el cardiovascular, respiratorio, musculoesquelético, renal, entre otros.

 

sistema endocrino

Su objetivo es regular la función interna del organismo

Las principales funciones del sistema hormonal son:

  • Mantener el equilibrio interno del organismo

  • Apoyar la producción, uso y almacenamiento de la energía

  • Contribuir al proceso de crecimiento y desarrollo de los diferentes tejidos

  • Regular los líquidos corporales

  • Dar respuesta al estrés, entre otras

 

 

¿Cómo se organiza el sistema hormonal?

Se compone de glándulas, hormonas y células u órganos, en donde cada uno de ellos cumple un objetivo.

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Las glándulas

En las glándulas se producen las hormonas y, en nuestro cuerpo, encontramos seis principales: pineal, pituitaria o hipófisis, tiroides, suprarrenal, paratiroides y timo.

Sin embargo, algunos órganos como el páncreas, el tejido adiposo (células grasas), el hipotálamo y los órganos reproductores (ovarios y testículos) también realizan la misma función (ver imagen inferior).

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Las hormonas

Las hormonas son señaladores químicos que viajan a través del torrente sanguíneo, para unirse a un receptor específico en un tejido o célula y así desencadenar una respuesta. Para que esto suceda, el mecanismo de acción de las hormonas es similar al de una llave con su cerradura. Cada hormona está diseñada para un único receptor, por lo cual su función suele ser muy específica. Algunas hormonas solo tienen receptores en un tejido, mientras que otras los tienen en casi todos.

 

sistema hormonal

Adaptada de: McArdle W., Katch F., Katch V. (2010). Exercise physiology energy, nutrition, and human performance (p. 408). 8th edition. Philadelphia: Lippincott Williams and Wilkins.

¿Cómo se inicia el proceso para liberar las hormonas?

Es muy interesante. Inicialmente, el organismo detecta un estímulo que puede ser el aumento de la temperatura, la necesidad de energía para moverse o la preparación para una competencia. Una vez es reconocido dicho estímulo, la glándula secreta produce la hormona y esta viaja a su órgano objetivo. Sin embargo, en algunos casos, hay una cadena o segunda hormona que se produce antes de llegar al órgano objetivo.

Efecto de las hormonas sobre el metabolismo durante el ejercicio

Durante el ejercicio, las hormonas juegan un papel muy importante, ya que son las encargadas de mediar las respuestas agudas o inmediatas y las adaptaciones o respuestas crónicas a largo plazo del entrenamiento. De esta manera, influencian el desempeño y la recuperación en toda clase de ejercicios.

Un factor esencial es poder transformar la energía de los alimentos para poder realizar el movimiento. Es así como las hormonas metabólicas entran en acción. Tenemos, por lo tanto, en este grupo, principalmente a las hormonas tiroideas, insulina y glucagón, apoyadas igualmente por la adrenalina y el cortisol.


Las hormonas en aumento
Cuando Mariana está en un partido de Ultimate y lleva 40 minutos de juego, a una intensidad
moderada a alta, la disponibilidad de glucosa empieza a escasear y el páncreas (en las células
alfa) inicia con la liberación del glucagón, encargado de liberar glucosa a partir de las reservas
ubicadas en forma de glucógeno y crear nueva a partir de los aminoácidos en el hígado. Su
estímulo serán niveles de glucosa en sangre por debajo de sus niveles normales.

Viene la ruptura del glúteo: Así mismo, se producen las catecolaminas (adrenalina y
noradrenalina) en la médula adrenal (riñón), incrementando el rompimiento del glucógeno. Estás
se incrementarán de manera proporcional a la intensidad del ejercicio, de manera que, en
ejercicios intensos y cortos, veremos niveles altos de glucosa en sangre que descenderán en
reposo, cuando el músculo necesite recuperar sus reservas. Esto sucede, debido a que el hígado
y el músculo romperán el glucógeno, habrá mayor disponibilidad de glucosa y poco tiempo para
agotarla.

Alerta A: En contraste con el ejercicio de larga duración, los niveles de glucosa se mantendrán
iguales o levemente por encima del reposo, indicando que la producción y el consumo de glucosa
por parte del músculo está equilibrado. Ejemplo: Mariana realiza un sprint (carrera de máxima
velocidad) de 60 m vs. una carrera de 10 km.

Alerta B: En ejercicios prolongados, los niveles de glucosa empiezan a descender por
agotamiento de las reservas de glucógeno y la producción de hormonas comienza a
incrementarse. En estos momentos, es fundamental el apoyo con alimentación durante el
ejercicio.

¡Y se activa la hormona del estrés! El cortisol, hormona del «estrés», es liberado en la corteza
suprarrenal (riñón), preparándonos para la actividad; de esta manera, apoya igualmente la
descomposición de las proteínas en aminoácidos que son reutilizados para producir glucosa. Es
una hormona de apoyo para el glucagón y la hormona del crecimiento y sirve de antagonista para
la insulina, por lo cual inhibe la captación de glucosa. Su objetivo es conservar la glucosa para
proteger el cerebro y el sistema nervioso. El mecanismo de acción será bloquear las vías de la
glucólisis y las de creación de proteína, e inhibir el sistema inmune que usa la glucosa como
fuente principal de energía.

Ya conocimos las hormonas que apoyan la liberación de la glucosa; sin embargo, esto no
garantiza que la célula la obtenga, por lo que tenemos a la insulina y las hormonas tiroideas en el
segundo grupo.
 
¿Y qué pasa con la insulina? La insulina será la encargada de garantizar el ingreso de la
glucosa a la célula y disminuir sus niveles en sangre. De esta manera, a medida que aumenta la
duración del ejercicio, los niveles de insulina descienden, debido a su rápida unión a los
receptores. Entre más uniones se realicen, hablamos de un incremento en la sensibilidad de la
insulina. Una de las adaptaciones al ejercicio es la presencia de un mayor número de receptores
y, por lo tanto, mayor sensibilidad, lo cual termina en mejor utilización de la glucosa y menor
necesidad de niveles altos en sangre de insulina.

Lo que ocurriría en el cuerpo de Mariana: Mariana inicia un trote suave durante su entrenamiento
y el cuerpo detecta la necesidad de glucosa; a partir de este momento, el páncreas inicia con la
liberación de insulina, que irá a unirse a su receptor, principalmente, en las células musculares.
Está unión permite que se abra una compuerta (GLUT4), para que ingrese la glucosa a la célula y
esta pueda utilizarse en la obtención de energía en la glucólisis. Cuando los niveles de glucosa
descienden, menos insulina será requerida y el glucagón entrará a actuar.

Alerta c: Las acciones de la insulina y el glucagón son inversas y cada una inhibe la producción
de la otra. La efectividad de estas dos hormonas determinará el rendimiento de Mariana y su
capacidad de producir energía a través de la vía glucolítica (uso de glucosa).

Idea 1: Cuando los niveles de glucosa se han disminuido significativamente durante el ejercicio,
el organismo accede a la obtención de energía a través de las grasas. Como estas se encuentran
principalmente almacenadas en forma de triglicéridos, la acción hormonal será fundamental para
la liberación de los ácidos grasos y su utilización en la betaoxidación. Es allí donde intervienen las
hormonas tiroideas, cortisol, catecolaminas y hormona del crecimiento. Todas en su conjunto
activan a la lipasa hormono sensible.

Y al fin, ¿tiroides o glucosa? Las hormonas tiroideas son dos: T4 (tiroxina) y T3 (triyodotironina).
Está última es la forma más activa. Ambas se producen en las glándulas tiroideas después de ser
estimuladas por la hormona TSH (hormona estimulante de la tiroides), que es liberada desde la
glándula pituitaria anterior o adenohipófisis. Las funciones de estas hormonas son diversas e
involucran al metabolismo de la glucosa, las grasas, las proteínas, el desarrollo neural, el
crecimiento de los huesos, las funciones cardíacas y renales, e influencian el metabolismo en
reposo (basal). Las hormonas tiroideas. en especial, ayudan a que la glucosa (azúcar) se
consuma rápidamente aumentando la glucólisis y la gluconeogénesis (rompimiento y reutilización
glucosa).
 
 
Y cuando el ejercicio es intenso... ¿Qué? Las hormonas tiroideas ayudan a que la proteína de
alta densidad HDL se produzca más y así ayude a eliminar excesos de grasa en las arterias.
Durante el ejercicio o la actividad física, se han reportado niveles crecientes de estas hormonas
en intensidades moderadas o submáximas (45% al 70% del esfuerzo máximo (EM)). La TSH y la
T4 pueden seguir en aumento hasta intensidades del 90% del esfuerzo máximo, mientras se
detectan niveles descendientes de T3. De esta manera, a medida que se aumenta la duración del

ejercicio y la intensidad, se estimulan más estas hormonas y se ayuda a regular los lípidos o
grasas corporales.

Y si Mariana modifica su entrenamiento... Si Mariana decidiera entrenar de 30 min a 1 hora,
trotando, tendríamos elevación de estás hormonas y utilización de las grasas como fuente de
energía.

El cortisol... hace lo suyo: El cortisol apoya igualmente la descomposición de los ácidos grasos
para su utilización. Su pico se produce en duraciones de ejercicio de 30 a 35 minutos, para luego
descender; sin embargo, los niveles de ácidos grasos libres en sangre continúan en ascenso, por
acción de las otras hormonas que apoyan el proceso como catecolaminas y hormona del
crecimiento. También, se ha encontrado que sus niveles aumentan con intensidades del 70% del
EM. Adicionalmente, se ha visto que altos niveles de cortisol están asociados con deportistas
sobreentrenados y también con personas que tienen depresión y estrés. Es importante tener en
cuenta que el cortisol está influenciado por los ciclos circadianos o el reloj biológico, mostrando
altos niveles al despertar más o menos a las 8:00 a.m. y que van decreciendo durante el día, lo
que influencia la disposición del cuerpo para ejercitarse. De esta manera, en la mañana,
tendremos frecuencia cardíaca y tensiones arteriales más altas que favorecen la práctica del
ejercicio.

Efecto de las hormonas sobre el control de líquidos durante el ejercicio

Durante la práctica de ejercicio físico, la temperatura corporal se incrementa y el músculo libera productos de desecho. El organismo usará la sudoración y la orina como mecanismo regulador y protector contra la deshidratación. Dos hormonas apoyaran el proceso a nivel del riñón: la aldosterona y la antidiurética. La primera juega un rol importante en el control de la tensión arterial. Al perderse líquido por la sudoración, la sangre que llega al riñón es menor, este estímulo indicará la liberación de una enzima, denominada renina. Esta última sale a la sangre, viaja y convierte a una proteína (angiotensinógeno) en una forma más activa, la angiotensina I, que viaja hasta el pulmón y otra enzima la convierte (ECA: enzima convertidora de angiotensina) en angiotensina II. Esta estimula la corteza suprarrenal, liberando la aldosterona, finalmente, actúa sobre el riñón, reabsorbiendo el sodio, de la mano de este siempre lo sigue el agua. De esta manera, se recupera el volumen de sangre, se mantiene la presión arterial y se regulan los líquidos corporales. Por lo tanto, a mayor duración del ejercicio y durante prácticas de ejercicio en ambientes calurosos la pérdida de líquido será mayor y la acción de esta hormona irá en incremento. Es allí cuando se vuelve fundamental la hidratación. Todo este eje de activación es denominado: renina-angiotensina-aldosterona.

control de liquidos

La hormona antidiurética (ADH) tiene una acción similar a la aldosterona, solo que el estímulo de producción es diferente. Cuando la sangre va perdiendo agua, queda más concentrada, lo que hace que el hipotálamo la detecte y estimule la liberación de ADH desde la parte posterior de la hipófisis. La ADH actuará en el riñón favoreciendo la reabsorción de sodio y agua.
 
Cuando Mariana realiza sus entrenamientos de 2 horas, entran en acción estas hormonas durante la sesión y sus efectos durarán de 12 a 48 horas posterior al ejercicio. Esto progresivamente incrementa el volumen de agua en sangre para recuperar el líquido perdido. Al analizar la sangre de Mariana vs. una persona no entrenada, se podrán observar volúmenes de sangre mayores.
Esta adaptación es producida por el entrenamiento y hace que la sangre tenga una cualidad más líquida y menos espesa, que facilita su movilidad y el transporte de nutrientes y oxígeno a los tejidos que lo requieran. Cuando se producen los procesos de deshidratación, la sangre se vuelve más espesa, lo que disminuye el suministro de nutrientes a los músculos y tejidos.
 

Hormonas relacionadas con el crecimiento celular y la reparación (anabólicas)

Hasta el momento, has podido ver cómo las diferentes hormonas activan el metabolismo para obtener energía para el movimiento. Ahora, verás cómo, también, se activan dos hormonas importantes en la construcción de más músculo, más enzimas, más proteínas y en la recuperación de los tejidos, que serán claves en los procesos de adaptación o mejoras con el entrenamiento.
 

hormona del crecimiento

Hormona de la testosterona

hormona del crecimiento